martes, 27 de agosto de 2013

LOS PERROS DE RIGA, Henning Mankel

   De vez en cuando, para desengrasar, leo una novela de “polis y cacos”. Mankel es muy saludable para este cometido. Pero no es una novela policiaca sin más.
   Kurt Wallander, el protagonista de la mayoría de sus novelas, es policía en la modesta ciudad de Ystad (cercana a Malmö, en la región de Scania, al sur de Suecia). Wallander es un personaje humano, como uno de nosotros, con sus problemas familiares, sus manías, sus pensamientos sombríos y sus arrebatos de ánimo. En un momento dado, cuando arriesga su vida con el fin de descubrir una pista fundamental, siente una necesidad fisiológica imperante, y tiene que interrumpir la tarea.
   Tiene miedo, duda, mira para atrás con frecuencia, pero cuando se decide a abandonar es demasiado tarde: no hay posibilidad de retorno. Vive en una sociedad sueca llena de opulencia, materialista y muy individualista, que no acaba de llenarle por dentro. Hace lo que puede con su vida, con los casos que le vienen, con el cascarrabias de su padre, que no comprende por qué se hizo policía.
   Es decir, Mankel te presenta a un personaje muy humano, pero a la vez no deja de ser un relato policiaco lleno de emoción y de suspense. El libro te atrapa. Tiene lo suficiente para entretener.
   No es una obra de arte pero está bastante bien escrito. Además, constituye una valiente disección del hombre y de la sociedad donde nos ha tocado vivir. Un buen libro para leer en un caluroso agosto ilicitano.

martes, 20 de agosto de 2013

DIFUSIÓN DE ENTRADAS

  En lo que atañe a la difusión, para las entradas que me parezcan más interesantes, utilizaré los botones de difusión disponibles: gmail, twitter, facebook, pero sin ser muy pesado, con el fin de que no terminen en spam. He comprobado que, cuando utilizo esos botones, las visitas de la entrada suben como la espuma. 
He organizado las direcciones de mis correos electrónicos en varios grupos con el fin de difundir cada entrada a las personas que más pueda utilizar. Hay que tener en cuenta que gmail te deja enviar no a más de diez personas a la vez, pero puedes enviar varios e mails grupales seguidos. 

jueves, 15 de agosto de 2013

COSAS QUE NADIE SABE, Alessandro D’Avenia

   Siempre que un autor publica su segunda obra, después de un primer éxito fulgurante (ve entrada de su primer libro “Roja como la sangre, blanca como la nieve”), la tentación del crítico o comentarista es compararla con la primera. No caeré yo en ese lazo. La primera me encantó, y esta me encantó también.
   D’Avenia no es un escritor al uso, no es una novela juvenil como tantas, para salir del paso. Este italiano, profesor en un Instituto de Cultura Clásica cuida el lenguaje, las palabras, pule las comparaciones, purifica las reflexiones hasta hacerlas inteligibles para todos, pero sin caer en el típico lenguaje hiperrealista a que estamos acostumbrados.
   Toca temas profundos que en el fondo preocupan a los adolescentes: el amor, el odio, las apariencias, la relación con sus padres, el sentido del dolor, incluso la muerte. Pero no sólo es una novela para adolescentes, porque hay protagonistas adultos con sus miedos y sus desafíos. El público adulto se sentirá identificado.
   No suelo desvelar la trama de las obras que comento. En esta, tres historias que se entrelazan, y tienen por centro a Margherita, una chica de catorce años que empieza el Instituto.
   Quizá yo hubiera compuesto una trama algo más continua, ya que a veces, parece que tanta reflexión e imagen ahoga el hilo conductor de la historia. Pasan páginas “sin que ocurra nada”, y eso puede aburrir al público menos dispuesto a cuestiones de fondo. Pero yo no tengo el don (como sí que lo tiene, y de qué manera, Alessandro) de ponerme en la piel de una lectora quinceañera, y, por lo tanto, en este punto me puedo equivocar.

   Sea como fuere, celebramos una nueva novela de este joven escritor, que ya se ha convertido en un autor de culto, al menos, en Italia. Enhorabuena, Alessandro, y que siga la fiesta. Esperamos impacientes una tercera entrega. 

sábado, 10 de agosto de 2013

PLATÓN A LA LUZ DE UNA NUEVA HERMENÉUTICA, Antonio Miñón

   El profesor Antonio Miñón realiza, en este breve pero denso trabajo, un estudio de la filosofía platónica tomando pie de los nuevos y renovadores estudios de la escuela de Milán-Tubinga.
   Parecía que Platón no daba más de sí, pero no es verdad. Es más, una nueva forma de plantear las fuentes arroja luz muy esclarecedora sobre el conjunto de la filosofía platónica, y la convierte en más inteligible y coherente. Y es que estos investigadores han descubierto que Platón nunca escribió lo más sustancial de su pensamiento, entre otras cosas, porque estaba convencido de que lo importante solo se debía transmitir por tradición oral. Para ello, estos estudiosos han tenido que recurrir a fuentes indirectas. Es decir, a los comentarios “de pasada” que realiza propio filósofo en alguno de sus Diálogos y Cartas, y a lo que afirman sus discípulos que escucharon de viva voz su doctrina en la Academia. Sobre todo, el más famoso de ellos: Aristóteles. 
   Ahora resulta que las Ideas no son, por así decirlo, las últimas fuentes del ser, sino que es necesario referirse a dos principios: El Uno y la Diada indefinida. En qué consisten estos dos principios es explicado por nuestro autor de una manera inteligible, aunque conviene poseer cierta preparación filosófica para comprender su importancia y su significación. No voy a ser yo el que intente la osadía de glosar estos abstrusos conceptos en la constreñida entrada de un blog. Les remito al libro comentado. 
   Por lo demás, el profesor Miñón explica la evolución de la filosofía de Platón, a lo largo de sus Diálogos, y toca tanto la metafísica como la filosofía práctica y política, intercalando con frecuencia párrafos muy ilustrativos de su obra. 
   En fin, que, a partir de ahora, todo aquel que explique Platón a un cierto nivel, tendrá que referirse a los ágrapha dógmata, o doctrina no escrita del gran filósofo ateniense, que por lo que se ve, es un pozo sin fondo y una caja de sorpresas.

jueves, 8 de agosto de 2013

EMMA, Jean Austen

   Una novela muy femenina, demasiado, diría yo. Muy “Austen”. Cerca de Londres, una serie de jóvenes de la burguesía del XIX no saben si están o no están enamorados y de quién. El modo que tiene esta escritora para describir la psicología de los personajes es lo mejor que tiene esta novela. 
   Aunque uno se esperaría más de acción, que ocurrieran cosas más sustanciosas que lloreras, despechos, humillaciones, promesas de fidelidad eterna… Al final, en la última página, todo el mundo se casa con quien se tiene que casar. Es útil, eso es verdad, para comprobar la mentalidad que tenía la burguesía en aquella época: su escala de valores, su concepción del trabajo, de la familia, del amor, de la institución matrimonial, etc. 
   Eso nos puede ser servir a los historiadores para cultivar algo tan inusual y tan difícil como es la empatía, es decir, para intentar comprender los valores de otras épocas, que ahora nos parecen tan rancios, pero que alguno un poco melancólico, incluso, podría añorar.