domingo, 16 de agosto de 2015

FEDOR DOSTOIEVSKI, Stefan Zweig

   El libro que Stefan Zweig dedica a Fedor Dostoievski no es una biografía más, no sigue el relato cronológico de su vida. En síntesis, diríamos que Zweig traza brochazos de gran calado que hemos de asimilar. 
   Con un estilo vibrante y pictórico, Zweig  deja claro lo que, para él, significa Fedor Dostoieski: es un escritor aparte, de otra galaxia, sin parangón. Se diría que existen dos tipos de literatos en la historia universal: Dostoievski, y todos los demás. Zweig sentencia: Dostoievski es el mejor conocedor del alma humana de todos los tiempos.
   ¿En qué fundamenta tal afirmación? Zweig nos hace notar con agudeza que el novelista ruso, al desarrollar el relato, no se fija en detalles, va directamente al hondón tormentoso de cada alma. Por ejemplo, no describe el aspecto físico de los personajes, sus costumbres, su familia, su contexto social. Dostoievski es un ser apasionado que no tiene tiempo para eso: lleva a sus personajes al límite, los hace sufrir, perderse, arruinarse, marginarse, sin que nada ni nadie los aparte de su dramático destino. A partir de ahí, los resucita, pero no haciéndoles salir de su penosa situación, sino aceptándola como parte de su existencia o purificándose a base de más dolor y escarnio, de más arrepentimiento y humillación. El capítulo titulado: “Los hombres de Dostoievski” es de singular valor para entender qué pretende el poeta ruso (Zweig insiste en lo de "poeta").
   A lado de este gigante, todas las demás obras de la literatura universal se desvanecen en una retórica autocomplaciente  anodina. Shakespeare, pienso yo, sería la excepción. Curiosa es la comparación que Zweig hace entre Dostoievski y Rembrandt.
   Pero Zweig nos cuenta también, espigados, muchos aspectos de la vida del escritor. Su padre alcohólico, su paso por el paredón de fusilamiento, su prisión en Siberia, su gran enfermedad: la epilepsia, su ruina en las ruletas de Alemania, etc. Como en todo gran genio (Goya, Miguel Angel, Van Ghog...) biografía y creación se entremezclan. Dostoievski se reconoce en Raskólnikov, en Alexei Ivanovich, en Aliosha Karamazov, en el príncipe Myskhin, personajes inolvidables, grabados a fuego en millones de lectores.
   En resumen, este pequeño ensayo sobre Dostoievski, aparte de estar muy bien escrito, sirve de antesala y de preparación para enfrentarse al genio ruso y a su mundo. 

jueves, 13 de agosto de 2015

EL JUGADOR, Fedor Dostoievski

   "El Jugador" fue por Dostoievski casi por encargo, y a contrarreloj, mientras tenía pendiente “Crimen y Castigo”. Para ello, contrató una secretaria que luego será su mujer.
   La acción se desarrolla en una ciudad imaginaria: Rutelenburgo. El protagonista es Alexei Ivanovich, un joven noble ruso que pretende a Polina, una joven noble también rusa. Son también protagonistas un general ruso que espera una herencia para casarse con Madmoiselle Blanche, una aristócrata francesa. También forma parte de la escena un noble francés y un inglés, que pretenden asimismo a Polina.
   Una mención aparte es Antonida Vasilievna, la abuela de la familia, que aparece por sorpresa, con carácter tiránico y a la vez bondadoso, y revoluciona sin saberlo todo a su alrededor. Por supuesto, termina arruinada. A mí me pareció un momento delicioso y tragicómico del relato.
   Sin embargo, la verdadera protagonista es la ruleta. Todos los protagonistas tienen sus ambiciones. Pero, al final, es la ruleta lo que les hace enriquecerse y arruinarse en horas, y la que cambia por completo el destino de sus vidas. Lo que más sorprende, sin embargo, es que a ellos les da igual, lo ven como una fatalidad. En concreto, el protagonista está tan enganchado a la ruleta, que –más que el dinero- busca la emoción del momento. Dostoievski lleva estos sentimientos a sus límites más extremos (el relato es autobiográfico: Fedor perdió su fortuna jugando en Alemania). Alexei sabe que, después de enriquecerse en una noche de suerte, volverá al día siguiente y se arruinará, perdiendo la mano de su amada. Pero, aún así, no es capaz de marcharse a París, como le aconsejan sus amigos.
   En resumen, Dostoievski en estado puro: drama, pasiones, destino, sentimientos encontrados, envidias, orgullo y arrepentimiento humano. El alma humana sin contemplaciones. “El Jugador” es una gran novela que ayudar a entender a Dostoievski, y puede preparar para enfrentarse a las grandes novelas del autor. 


domingo, 2 de agosto de 2015

EL JUZGADO NÚMERO 10, Reyes Calderón

   Una nueva novela policíaca de esta profesora de Economía de Navarra. Esta vez no trata de la jueza Macmahor. Los protagonistas son otros. En concreto, en abogado Efraín Porcina y su secretaria, la inefable Salomé. 
  La acción se estructura en dos partes. En la primera, se desarrolla la trama, y es detenido el presunto asesino, un policía corrupto. La segunda, cuenta el proceso judicial contra el acusado.
   La primera parte se lee muy bien. La autora carga de humanidad a los personajes, con sus virtudes y con sus pequeñas y grandes miserias. Está salpicado de toques de humor que te acercan a sus vidas, a sus dificultades, a sus miedos.
   La segunda parte, el proceso judicial, en mi opinión, es algo más lineal y más técnica. Aunque la autora se esfuerza en mantener el ritmo, pienso que pierde fuelle y que le sobran páginas. 
   De todas formas, es una novela típica para el verano, para desengrasar un poco y entretenerse.