miércoles, 28 de julio de 2021

LA CRIPTA DE LOS CAPUCHINOS, Joseph Roth

 


   Aprovechando la estancia de unos días en Viena, he leído esta novela que hace tiempo tenía en cartera. Narra la historia del barón Trotta, un joven noble vienés de ascendencia eslovena, durante los últimos años del Imperio Austriaco. Con gran maestría, Roth nos coloca en un contexto de un imperio en decadencia. Es más, todos los personajes respiran decadencia, melancolía, es decir, una cierta sensación de que están siento protagonistas de un mundo que se derrumba ante sus ojos, y es sustituido por otro a los que ellos no han sido convocados. 

   Es una gran novela, no muy larga, que se lee con muchísimo gusto y te hace dar cuenta de lo que fue para Austria, y también para Europa entera, el final de la Primera Guerra Mundial. Fue un auténtico colapso, ya que cayeron cuatro imperios. Y si, además (como ha sido mi caso) disfrutas de su lectura al mismo tiempo que puedes acercarte a los lugares más emblemáticos de la capital austriaca, o alternar con amigos en el Café Central o en el American Bar, puede ser ser una experiencia inolvidable. 

 De todas formas, léase donde se lea, la Cripta de  los capuchinos es una gran novela que no defraudará al apasionado de la buena literatura y de la Historia contemporánea de Europa. 

miércoles, 21 de julio de 2021

BELLO ES EL RIESGO, Marcela Duque

 


  Bello, como el riesgo, es este poemario iluminador de la colombiana Marcela Duque, que mereció el premio Adonais 2018. Estructurado en tres secciones. La primera dedicada a la Naturaleza y el entorno afectivo; la segunda, dedicada a Dios, que da sentido a todo; y la tercera, a los anhelos del alma. 

   La belleza formal y la potencia expresiva que contiene no se traduce en un lenguaje críptico y engolado, sino en una escritura llana, cercana. Con naturalidad, nos hace reflexionar sobre los grandes temas: el paso del tiempo, la familia, el sentido de la vida, la misma poesía. 

   Sí, la poesía misma es la salvadora mientras esperamos en este "dulce interludio", como dice la poeta Raquel Lanseros en uno de sus  más logrados poemas. Lo que realmente extraemos al final de la lectura es la necesidad de buscar una referencia clara que otorgue sentido al tiempo que vivimos. Por eso, Dios está presente a lo largo de toda la obra, aunque en muchas ocasiones no lo mencione claramente. Hay que arriesgarse a dar un sentido a nuestra existencia, si queremos descubrir toda su belleza. Quizá, el mismo riesgo es parte de ese placer y de esa belleza