
Unas vidas insatisfechas que buscan llenar el corazón con amores fáciles, con preocupaciones banales o con fidelidades superfluas. Es el drama de la soledad en la que tantos se debaten en los albores del siglo XXI.
Pero Francisco Gómez siempre deja un espacio para el rescate. Una luz de esperanza se cierne sobre los náufragos, demostrando que la vida termina abriéndose paso incluso por entre los derroteros más obstrusos.
Un auténtico gusto leer esta nueva de entrega de Francisco Gómez. Sus amigos esperamos que no sea la última.