El cienasta finlandés Aki Kaurismaki se está revelando como uno de los directores co´n más pesonalidad del cine actual. Después de su "trilogía proletaria" toca el fondo de la experiencia humana en esta verdera obra maestra, que le consagra como un maestro del cine
La película trata de un hombre que no sabe quién es. Ha recibido una soberana paliza por parte de unos maleantes, y ha perdido la memoria totalmente. Es recogido por chabolistas de Helsinki, y, entre esa gente, comienza el largo camino de buscarse a sí mismo.
Los diálogos, la música, la media luz, las miradas, el humo que sale de un pitillo..., el cuidado -en resumidas cuentas- con que está filmado cada segundo de esta película, la convierten en una obra de arte excelentísima. Cada encuadre es un primor donde se condimenta, en justo equilibro, todo lo que puede producir emoción y reflexión.
Los personajes, a primera vista, pueden parecer fríos y distantes, casi autómatas. Pero, si uno se fija un poco más (si contempla y no sólo "mira"), podrá descubrir la riqueza interior que atesora cada uno, sus dudas, sus esperanzas y sus miedos. Lo que pasa ahí nos interpela. La búsqueda de la verdadera identidad es quizá nuestra propia búsqueda. El protagonista no sabe quién es: ¿nosotros sabemos quiénes somos, realmente?
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