Este conjunto de treinta relatos son para soñar, según apuntala el subtítulo. Constituyen una nueva demostración de que a Elche no le faltan los buenos escritores. Los he leído con mucho gusto y sorpresa, ya que, a pesar de conocer a Teresa, la ignorancia sobre nuestra afición literaria era mutua.
En primer lugar, Andrés y Teresa me han parecido dos voces consolidadas, forjadas en la lectura y en el cultivo de la belleza. Es una escritura bregada, pensada y llena de fondo, un mensaje que hay saber extraer de la brevedad que nos ofrecen. Más bien parecen chispazos, donde con diestras pinceladas te bosquejan un personaje y lo arrojan al papel para que se encuentre contigo. Te hacen recapacitar en un último pensamiento, en un giro postrero y definitivo que te descoloca, te arranca la sonrisa o la sabia conclusión.
Los relatos son variados, aunque he apuntado algunas referencias que impregnan a mi ver el libro: El amor y el desamor, las dificultades de comunicación, el miedo paralizante al fracaso. En Teresa abundan las referencias artísticas, cinéfilas y literarias, que culminan en el relato titulado Vuestros honores merecidos, un homenaje a los grandes de siempre. Andrés cultiva más una tensión argumental con sabores de thriller. Al final, como apunto arriba, siempre te aguarda un as en la manga, un último giro que te rompe la cintura, quizá un reflexión última que queda en el aire...
En fin, temas de ayer, de hoy y de siempre. Temas plenamente humanos que a todos nos interpelen. Teresa, Andrés, nos habéis presentado un gran conjunto de relatos frescos y bien contados. Se leen muy bien y con gusto, aprendes, disfrutas. Espero que siga la fiesta.
Muchísimas gracias, por tus colcomentarios
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