En el año 1850, Cati, una chica de apenas 17 años, llega a Tabarca (pequeño islote habitado situado enfrente de Santa Pola, Alicante). Llega únicamente provista de una llave. La que abre la puerta de la casa familiar, de su madre y de su abuela, en la que ella nunca ha vivido. Es acogida con cariño por los habitantes de la isla, pero pronto comienza a descubrir que existen unos secretos referentes a su propia familia que nadie se atreve a desvelar.
Fini del Amor (Alicante, 1964) acierta con esta consistente novela, donde el amor, la traición, la envidia y el destino están presentes. Además, la aparición de unos misteriosos piratas añade suspense a la trama. Detrás, se vislumbra el conocimiento de la autora por la isla, que describe con pormenor, y el cariño que siente por su tierra. En efecto, Tabarca es una isla llena belleza también submarina (la famosa poseidonia), que posee un halo de misterio y una historia verdaderamente original, que no es el caso relatar en estas lineas.
La prosa es llana, sin demasiados circunloquios, dejando la vivacidad del relato a los diálogos. Los personajes, bien trazados, de variados caracteres y condición social. Por todo ello, la lectura resulta amena. La autora tiene la virtud de ir desvelando el secreto poco a poco, de tal manera que te resulta difícil cortar con la lectura, e incluso ralentizarla. Además, se mueve en un contexto histórico decimonónico bien documentado y ambientado.
Alicante tiene muy buenos autores locales, que -como es el caso- tienen la virtud de colocar el relato en su tierra. Un buen homenaje a la literatura y a la región levantina. ¡Enhorabuena!
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