He leído un par de capítulos del libro sobre Ortega y Gasset escrito por José Luis Abellán. Los referentes a la muerte del filósofo ocurrida en 1955. Fue un momento importante, ya que el escaso eco y la manipulación que, desde el Régimen de Franco, se hizo de tan gran desaparición llevó a que un grupo de inquietos universitarios hicieran un homenaje por su cuenta, que el Régimen no se atrevió a censurar.
Es interesante, por que este hecho marca el inicio de la oposición dentro del país, que comenzó por los estudiantes, convirtiéndose en los años 60 en una oposición más multitudinaria. El homenaje se convirtió en protesta por la falta de libertad, y ahí la policía decidió actuar, deteniendo a varios estudiantes, entre ellos el autor del libro, cosa que cuenta con detalle.
El año 1955 supuso, pues, un antes y un después en cuanto a la oposición al Régimen. Pero Franco estaba entonces muy asentado y, precisamente por esos años, recibió el espaldarazo internacional que necesitaba para mantenerse.
En conclusión, se puede decir que Ortega siguió influyendo decisivamente después de fallecido, dejando discípulos que orientaron años después la España de la transición, como Julián Marías. Aunque no he leído entero el libro, pienso que es la tesis de Abellán en esta interesante aportación.
Ya habrá tiempo para profundizar en este apasionante tema: Ortega y la transición española.
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