El retrato es una gran novela. Dorian Gray es un joven dandi, hermoso y lleno de cualidades al que Basil Hallward pinta un retrato. Ya se sabe el argumento: Dorian se va corrompiendo y sus miserias afean su imagen retratada, mientras él queda impoluto.
En mi opinión, Wilde trata temas de gran calado. En primer lugar, la relación entre la belleza y la moral. Según Wilde, el hombre inmoral afea su interior, lo cual se refleja quieras o no en el exterior. Muchos no estarán de acuerdo con él, pero yo le apoyo. Cuando nos portamos mal, somos más feos, tenemos peor cara, y eso se acaba notando.
El otro gran tema es el de la conciencia. El retrato es en el fondo la conciencia de Dorian. Por mucho que lo esconda en una habitación con llave, no puede prescindir de él.
Por lo demás, inquietantemente deliciosa la conversación del cínico Lord Harry, que representa al hombre sin conciencia con un ingenio solo al alcance de un maestro como Wilde.
Quizá la poca acción y las largas disquisiciones hagan este relato algo oneroso para el lector inicial. En todo caso, una gran obra literaria.
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