La última película de Woody Allen es una auténtica delicia. El Cine de Allen ha llegado a cansar un poco incluso a sus partidarios, entre los que me encuentro. Este autor hace propuestas interesantes y plantea cuestiones de fondo interesantes, aunque luego no sepa muy bien qué respuestas dar.
Este film es un homenaje al París que todos alguna vez hemos soñado. ¿Quién no ha soñado ir por la calle y encontrarse, por ejemplo, con Hemingway o Picasso, con Marc Twain o Touluse Lautrec. Es una película muy Allen, pero a la vez muy original y de una sencilla frescura.
Las imágenes que nos ofrece de ese París soñado. Los actores trabajan a un gran nivel. Como guinda, Carla Bruni demuestra que no sólo es el florero del presidente.
Poesía, melancolía, amor, y tiempo: ¿es verdad que siempre nos parece cualquier tiempo pasado fue mejor?, que cualquier tiempo pasado fue mejor, Posiblemente, si mi pasiano Jorge Manrique viera esta película, saldría encantado.
... O no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario