¿Qué diferencia existe entre una
maloliente trinchera del Somme o una nevada calle de Kaunas con su pequeño
charco de sangre? Ninguna. Acabo de terminar esta magnífica novela, y es el
primer comentario que se me ocurre. Somme o Kaunas son el mero trasfondo para
relatar vidas cuyas coordenadas existenciales se han diluido en el barro con el
paso del tiempo. Individuos que están de vuelta de todo pero que nadie sabe muy
bien si alguna vez han ido a alguna parte.
El autor insiste. Antes, era el
horror de la primera guerra mundial; ahora, es la desaparición de un Régimen soviético
que deja a tantos sin ideal, sin rumbo, sin cielo. Ese cielo plomizo, el cielo
de Kaunas. Un cielo que en realidad no tiene fronteras, que puede ser perfectamente
nuestro cielo. El cielo nebuloso y frío del homo sapiens occidental que, a
fuerza de un individualismo salvaje, se mueve sobre el filo cortante de una
vida cómoda y bien pagada. Estas son las reflexiones que me suscita esta
impactante novela que entronca con el gran Dostoievski (citado por Zomeño varias
veces), Heidegger (“el hombre es un ser arrojado”), Sastre (“el hombre es una
pasión inútil”) y, en definitiva, con el irracionalismo nietzscheano.
Aparte de estas referencias
filosóficas, diremos que El cielo de Kaunas es un relato magníficamente
construido. Relata varias vidas cruzadas, muy distintas, pero extrañamente
paralelas. Es más, da la impresión de que unas se buscan a otras.
Su estilo es directo, descarnado
y, aviso, en nada complaciente. Sus personajes roban, orinan en mitad del
campo, compran un bocadillo de queso, violan, conversan sin entenderse, buscan
por Internet, disparan a una mujer que pasa sin mayor motivo. Todo en una
sucesión que parece incluso natural y lógica y que de alguna manera te atrapa y
te condena a preguntarte por un porqué que nunca acaba de llegar. No solo el
fondo y la estructura, sino su peculiar estilo es, a mi parecer, lo que hace
de El Cielo de Kaunas una novela
impactante y única, difícil de olvidar.
Enhorabuena, Jesús. Aunque has publicado
en el pasado poemarios y relatos breves, esta es tu primera novela. Todos
esperamos que no sea la última.