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Nací en Palencia en 1960. Ejerzo la docencia en un Instituto de Elche como profesor de Historia del Arte e Historia Contemporánea. He escrito algunos libros y me gusta leer. Participo en diversas actividades literarias. Con este blog, pretendo simplemente dejar constancia de todo libro que cae en mis manos, con el deseo de que me sirva para reflexionar sobre lo leído y poder así compartir mis impresiones. Muchas gracias.

lunes, 24 de marzo de 2025

VICTORIA, de Paloma Sánchez-Garnica

 


   Victoria, una joven berlinesa, tiene que sobrevivir con su hermana y su hija pequeña en el difícil y peligroso Berlín de la posguerra mundial, dividido en sectores y lleno de intrigas y de miseria. 

   El último premio planeta es un entretenido y consistente relato que comienza en Berlín en 1946, pero nos lleva por diversas partes del mundo hasta 1964. El ritmo es trepidante y lamentarás interrumpir su lectura para abrir la puerta a un vecino (por ejemplo). 

   Como bien dice la autora, no se trata una novela histórica, es un apasionante relato de condición humana: trata sobre los sentimientos que nos embargan, las dudas, los rencores, el amor y el desamor. Y todo ello en situaciones sociales y políticas muy duras que millones de personas tuvieron que sufrir durante aquellos años. Y no sólo hablamos del fascismo y el comunismo. En otras latitudes, dentro del mundo llamado libre, también se dieron todo tipo de injusticias. 

   Ya digo, para empezar es entretenida (la acción nunca decae, la descripciones y los diálogos son ágiles), aprendes además historia contemporánea y te hace reflexionar sobre el pasado. Y, como colofón, está muy bien escrita. ¿Qué más queremos?

miércoles, 26 de febrero de 2025

La trilogía de Nueva York (I. La ciudad de cristal), de Paul Auster

 



   Una buena mañana ilicitana, alrededor de un café, mi amigo y novelista Juanjo Rastrollo, me comentó que una de sus fuentes de inspiración era Paul Auster. Algo me sonaba (los exitosos guiones de Smoke y Blue in the face), pero yo no había leído nada. Sabía que el americano era un autor de culto y que merecía la pena. Me recomendó la Trilogía de Nueva York, y a por ella me fui. Por ahora, he leído la primera entrega, que paso a comentar.     

   La trama de Ciudad de cristal -que así se titula- se inicia con un hecho que le sucedió realmente al autor: una llamada errada en mitad de la noche de alguien que pregunta por un detective llamado Paul Auster. Daniel Quinn (un escritor de novela negra fracasado), es el que descuelga el teléfono y al cabo afirma -sorprendiéndose incluso a sí mismo- ser la persona buscada. Le encargan un caso bastante escabroso y se dispone a investigarlo: es la forma de pasar de la literatura a la realidad.   

   Pero hete aquí que, en lugar de una aventura detectivesca al uso, nos encontramos con una novela de corte existencial, donde el protagonista se involucra de tal manera en la investigación del caso encargado que inicia un viaje iniciático por las calles de Nueva York en busca de su propia identidad y del sentido de su vida. 

   Para ello, se inspira en nuestro Don Quijote que espera vencer a los molinos y se estrella con la realidad. Buscar nuestro sentido supone la locura, nos viene a transmitir. 

      La ciudad de cristal es una novela de culto, entre filosófica y policial,  que ha supuesto una novedad influyente en el panorama de la novela negra actual. 

 Realmente, Quinn es un Quijote neoyorquino, es decir, un personaje universal que está presente en toda la literatura. Su atemporalidad es lo que hace tan importante esta trilogía y el mismo Paul Auster. Su aportación a la literatura es única. 

domingo, 16 de febrero de 2025

EN DEFENSA DE LA LUZ, Carlos Javier Cebrián


 

   Acabo de terminar el último poemario de nuestro gran amigo Carlos Javier Cebrián

  Fue presentado en Elche por Javier Baeza, con la inestimable aportación de la música de Lucas Segarra, Matuska Project y Señor Loboque lograron facilitar el kairós necesario para disfrutar cada poema. Yo me lo pasé bien, y es que Javi Cebrián -lo sabemos- es un caja de sorpresas. Nunca sabes por dónde te va a salir. Toda su poética tiene el don del desafío, de la desnuda aventura en que consiste sobrevivir. 

   Ahora se nos ha vuelto luminoso, celebrativo. A mí no me sorprende: siempre he sospechado que el existencialismo de Cebrián guarda una enorme carga de luz. Si por algo destaca, es por su absoluta honestidad. Es un poeta profundamente antirretórico. Cuenta lo que siente, lo que ve. La manera que tiene de seguir existiendo. Si no es así, no hubiera escrito Celebración del milagro y Vida de poeta (para mí, los mejores poemarios... hasta este). 

   Vayamos a sus versos. Una vez que ha pasado página (el amante que fue ya no está en sus poemas), el poeta nos revela que en realidad él no quería nacer (o sea, que le han nacido sin permiso). A pesar de ello, ya que está en este mundo, no le queda otra que aspirar a la claridad. Y ahí comienza su defensa a capa y espada de la luz. Pero la luz se halla en ese horizonte que Kant nunca lograba alcanzar del todo. O en esa piedra que el Sísifo de Camus nunca lograba hacer suya. La búsqueda de la luz, de la felicidad en suma, se convierte para el poeta en su  más apacible condena. No tiene más remedio que caminar hacia hacia la llamarada, hacia todo lo que nos hace arder. Es más, el mismo poeta nos aporta las líneas maestras para escrudiñar una posible solución. Todo es hermoso -nos dice-basta con saberlo interpretarNo nos engañemos, la de Cebrián es una poética que, a pesar de su aparente cinismo, guarda muchos quilates de sabiduría, reflexión y experiencia de la vida. 

   Cosme de Médicis repetía a sus adeptos aquella máxima horaciana: el que decida ser feliz, pues que lo sea. Cebrián no se queda atrás y cierra el telón del poemario con un verdadero reto: Despierta, asume el riesgo de ser feliz, o al menos de intentarlo. No se hable más. 

   Y esto es lo que hay, amigos. En efecto, no se hable más. ¿Permanecerá callado nuestro Carlos Javier Cebrián? -No creo, no creo. ¿Qué sería Elche sin él?

viernes, 10 de enero de 2025

ORTODOXIA, G. K. Chesterton

 





   Chesterton es un escritor perspicaz, contracorriente en su época y en la actual, con afirmaciones provocadoras y sorprendentes que, al menos, te hacen pensar. Ocurrente y polemista hasta el fin, era -sin embargo- un hombre amable, muy amigo de los que no pensaban como él. 

   Como bien se sabe, comenzó siendo un agnóstico militante y terminó siendo un católico convencido, en un país de mayoría  anglicana. ¿Qué le llevó a este cambio radical? Sin duda, el caer en la cuenta de que el Catolicismo es el camino cierto para desarrollar la libertad y el pensamiento. Es una Fe que te hace pensar. Critica la irracionalidad de todas las corrientes intelectuales de su época, que -según su visión- han renunciado al pensamiento. De hecho, el capítulo más sustancioso de este libro se titula El suicidio del pensamientoMe parece a mí que esta es la idea central del libro y de todo el quehacer chestertiano (comenzando por el padre ocurrente y metódico padre Brown). 

 ¿Qué diremos de la forma? Su estilo es frondoso, su escritura surge a borbotones y su línea argumental es eminentemente paradójica. 

  Como es complicado resumir todo su pensamiento (no es un escritor muy metódico, y, personalmente, era tan buena persona como caótica), solo transcribo algunas de las citas que me han parecido más interesantes: 

  • Sin humildad es imposible disfrutar de nada, ni tan siquiera del orgullo. 
  • El hombre está hecho para dudar de sí mismo, pero no de la verdad. 
  • El mundo  está en guerra con la razón, y las murallas empiezan a tambalearse. 
  • El problema de nuestros sabios no es que no encuentran la respuesta, sino que ni siquiera ven el acertijo. 
  • El peligro radica en que la inteligencia humana es libre de destruirse a sí mima. Hay un pensamiento que impide el pensamiento. Y es el único que debería atajarse. 
  • En cuanto desparece la religión, desparece también la razón. 
  • El efecto de las principales corrientes modernas del pensamiento ha sido impedir el pensamiento. 
  • El pensamiento libre ha agotado su propia libertad. Está hastiado de su éxito. 
  • Ha llegado el momento de dejar de buscar tantas preguntas y de empezar a buscar respuestas. 
  • Desear la acción es desear la limitación (…), cuando escoge algo renuncia a todo lo demás. 
  • Se puede liberar a las cosas de  leyes ajenas, pero no de las de su propia naturaleza: si le quitas a un triángulo un lado, no le estas quitando algo al triángulo, sino que simplemente deja de ser triángulo. 
  • Y, como apunte final, la sorprendente comparación que hace entre Nietzsche, Tolstoi y Juana de Arco (sí, así como suena)

Todas las citas escogidas del capítulo El suicidio del pensamiento. Un gran libro, una gran autor para empezar el 2025: ¡feliz año!