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Nací en Palencia en 1960. Ejerzo la docencia en un Instituto de Elche como profesor de Historia del Arte e Historia Contemporánea. He escrito algunos libros y me gusta leer. Participo en diversas actividades literarias. Con este blog, pretendo simplemente dejar constancia de todo libro que cae en mis manos, con el deseo de que me sirva para reflexionar sobre lo leído y poder así compartir mis impresiones. Muchas gracias.

lunes, 16 de junio de 2025

EL VIAJE DE LAS BIBLIOTECAS, Antonio Moreno

 



  Hoy día existe una cierta locura por viajar. La gente, más que irse, parece que escapa de su lugar habitual. Alguien dijo que, cuanto más lejos se viaja, más es el grado de insatisfacción con que se vive. Quizá sea exagerado, pero hemos de reconocer que algo de eso hay. 

   No es el caso del poeta y escritor Antonio Moreno que, desde  su querida Elche, decide en estas páginas darse una vuelta por algunas poblaciones del entorno: Alicante, Novelda, Orihuela, Sax, Callosa de Segura, Monóvar, etc. El propósito de cada uno de estas salidas es visitar la biblioteca del lugar, escrutar los volúmenes de cada estantería, hojear algún libro que le parezca más interesante. Mientras, nos cuenta algo del pueblo y de sus gentes: las calles por donde transita y las personas con las que se va encontrando. El planteamiento, como se ve, es bastante sencillo.

   He decidido leerlo tranquilo, dejándome llevar por la sabiduría y el estilo pulcro, directo y llano del autor. Y he aprovechado para subrayar en el papel verdaderas monedas de oro que va dejando a un lado y a otro, como quien no quiere la cosa. Por ejemplo, la visita que realiza a la casa de Azorín en Monóvar y la descripción que hace de Alcoy, ciudad en la que estuvo viviendo hace años. Sus recuerdos, acrisolados por el paso del tiempo, constituyen un ejercicio de equilibrada melancolía. 

   En efecto, todo en Antonio Moreno es equilibrio, ponderación, digresión oportuna, sentimiento atinado. Si necesitara una ayuda para cimentar mi impresión, no tendría más que "llamar" precisamente a la página 112 del libro: "escribir es un acto despojado, sin atavíos ni ornamentos". Para ello, pienso, es el escritor mismo el que ha de estar igualmente despojado de todo ruido perturbador, única forma de conservar una mirada limpia. 

   Y, con esa mirada atenta a lo importante, Antonio Moreno -con la inestimable compañía de su mujer Bárbara- nos relata un singular y atractivo periplo  por esas poblaciones, por sus gentes, por esas estanterías llenas de libros. En el fondo, un viaje por todo el mundo, sin grandes gastos añadidos ni esperas onerosas en los aeropuertos. 

viernes, 6 de junio de 2025

INTEMPERIE, Jesús Carrasco

 



   Solo tengo una palabra para comenzar el comentario de esta novela: desolación. El relato es impactante, no solo por el tema, sino por el estilo directo, prodigiosamente adjetivado con que describe con minuciosidad cada momento de sufrimiento, sin ahorrar nada al lector. La maestría de este autor para describir con una sola imagen lo que pasa otorga una asombrosa plasticidad al relato. No es extraño que, con esta aportación, Carrasco entrara por la puerta grande en la novelística contemporánea. 

   Aviso. Quien lee Intemperie tiene que estar dispuesto a sufrir. Pero, en medio del sufrimiento, hay cabida para momentos de gran lirismo y de nobleza sincera, de corazones puros. No todo es excremento

   Un niño se escapa de un pueblo muerto y seco, en medio de la estepa, donde todo es ruin: las casas, los campos, las piedras negras y... los hombres. En ese lugar, todo es puro desarraigo. Todo, menos la maldad. El niño huye despavorido del cinturón de su padre y de cosas mucho más perversas. Las penurias que pasa el chiquillo os las dejo para el que se atreva. Alguien ha dicho que semeja un western. A mí me recuerda a Las ratas de Delibes. Pero más todavía al tremendismo de Cela en La familia de Pascual Duarte

   En fin, un libro, os lo aseguro, que a nadie dejará indiferente. 

lunes, 5 de mayo de 2025

A LA ESPERA DE ALGUNA LUZ, Francisco Gómez

 




   El escritor Francisco Gómez publica una nueva entrega de relatos, evidenciando la soltura y el oficio que maneja desde hace tiempo en esa pequeña gran literatura que constituyen las narraciones breves. Este último libro sigue la línea y la visión de otros anteriores (Los días sin ti, El vicio de perder, etc.), pero con un tono si cabe más cercano, más íntimo y confidencial, más dialógico, en el que el autor mantiene una conversación con el protagonista. Es lo que podríamos llamar literatura del susurro, escrita en voz queda, muy al oído del protagonista y, por ende, del lector, que entra en ese mundo, en esa historia, sin él darse cuenta. De hecho, muchos de los relatos están escritos en segunda persona. 

   En sus narraciones, incide en las grandes cuestiones que laceran la so(u)ciedad actual: individualismo, desarraigo, incomunicación, soledad... Y, por supuesto, el paso del tiempo. Tantas son nuestras expectativas al abrirnos el camino de la vida que -al final- nos encontramos con un mundo de insatisfechos. Ellos y ellas tienen carrera, estudios, niveles de idioma, etc. y viven con la impresión de que no han llegado hasta donde podían. En efecto, estas historias parecen un gran lamento que cubre los relieves de la vida y marchita la ilusión. 

   Pero no pensemos que el autor es un pesimista existencial. El título del libro lo dice bien claro. Se vislumbra siempre una luz -aunque sea muy pequeña- al final del túnel. Hay, en tanta oscuridad, un candil de esperanza (como el de la portada). Tan es así que el mismo escritor se arremanga y aporta su propio aliento a los protagonistas, y les hace darse cuenta al cabo de que no todo está perdido. Francisco no escribe: abraza con la letras. Intenta aportar algo de calor y humanidad. Digamos que tiene misericordia de ellos, y valga la expresión como homenaje al Papa tocayo suyo, que tanto la predicó y la practicó. 

  Al poco de terminar el libro, vino el apagón. Cuando al fin se encendieron las luces, aplaudí con alegría, pensando no solo en voltios, sino en ese candil, en ese final de túnel que Francisco Gómez -con su humanidad rebosante y su literatura- nos señala a todos.

lunes, 24 de marzo de 2025

VICTORIA, de Paloma Sánchez-Garnica

 


   Victoria, una joven berlinesa, tiene que sobrevivir con su hermana y su hija pequeña en el difícil y peligroso Berlín de la posguerra mundial, dividido en sectores y lleno de intrigas y de miseria. 

   El último premio planeta es un entretenido y consistente relato que comienza en Berlín en 1946, pero nos lleva por diversas partes del mundo hasta 1964. El ritmo es trepidante y lamentarás interrumpir su lectura para abrir la puerta a un vecino (por ejemplo). 

   Como bien dice la autora, no se trata una novela histórica, es un apasionante relato de condición humana: trata sobre los sentimientos que nos embargan, las dudas, los rencores, el amor y el desamor. Y todo ello en situaciones sociales y políticas muy duras que millones de personas tuvieron que sufrir durante aquellos años. Y no sólo hablamos del fascismo y el comunismo. En otras latitudes, dentro del mundo llamado libre, también se dieron todo tipo de injusticias. 

   Ya digo, para empezar es entretenida (la acción nunca decae, la descripciones y los diálogos son ágiles), aprendes además historia contemporánea y te hace reflexionar sobre el pasado. Y, como colofón, está muy bien escrita. ¿Qué más queremos?

miércoles, 26 de febrero de 2025

La trilogía de Nueva York (I. La ciudad de cristal), de Paul Auster

 



   Una buena mañana ilicitana, alrededor de un café, mi amigo y novelista Juanjo Rastrollo, me comentó que una de sus fuentes de inspiración era Paul Auster. Algo me sonaba (los exitosos guiones de Smoke y Blue in the face), pero yo no había leído nada. Sabía que el americano era un autor de culto y que merecía la pena. Me recomendó la Trilogía de Nueva York, y a por ella me fui. Por ahora, he leído la primera entrega, que paso a comentar.     

   La trama de Ciudad de cristal -que así se titula- se inicia con un hecho que le sucedió realmente al autor: una llamada errada en mitad de la noche de alguien que pregunta por un detective llamado Paul Auster. Daniel Quinn (un escritor de novela negra fracasado), es el que descuelga el teléfono y al cabo afirma -sorprendiéndose incluso a sí mismo- ser la persona buscada. Le encargan un caso bastante escabroso y se dispone a investigarlo: es la forma de pasar de la literatura a la realidad.   

   Pero hete aquí que, en lugar de una aventura detectivesca al uso, nos encontramos con una novela de corte existencial, donde el protagonista se involucra de tal manera en la investigación del caso encargado que inicia un viaje iniciático por las calles de Nueva York en busca de su propia identidad y del sentido de su vida. 

   Para ello, se inspira en nuestro Don Quijote que espera vencer a los molinos y se estrella con la realidad. Buscar nuestro sentido supone la locura, nos viene a transmitir. 

      La ciudad de cristal es una novela de culto, entre filosófica y policial,  que ha supuesto una novedad influyente en el panorama de la novela negra actual. 

 Realmente, Quinn es un Quijote neoyorquino, es decir, un personaje universal que está presente en toda la literatura. Su atemporalidad es lo que hace tan importante esta trilogía y el mismo Paul Auster. Su aportación a la literatura es única. 

domingo, 16 de febrero de 2025

EN DEFENSA DE LA LUZ, Carlos Javier Cebrián


 

   Acabo de terminar el último poemario de nuestro gran amigo Carlos Javier Cebrián

  Fue presentado en Elche por Javier Baeza, con la inestimable aportación de la música de Lucas Segarra, Matuska Project y Señor Loboque lograron facilitar el kairós necesario para disfrutar cada poema. Yo me lo pasé bien, y es que Javi Cebrián -lo sabemos- es un caja de sorpresas. Nunca sabes por dónde te va a salir. Toda su poética tiene el don del desafío, de la desnuda aventura en que consiste sobrevivir. 

   Ahora se nos ha vuelto luminoso, celebrativo. A mí no me sorprende: siempre he sospechado que el existencialismo de Cebrián guarda una enorme carga de luz. Si por algo destaca, es por su absoluta honestidad. Es un poeta profundamente antirretórico. Cuenta lo que siente, lo que ve. La manera que tiene de seguir existiendo. Si no es así, no hubiera escrito Celebración del milagro y Vida de poeta (para mí, los mejores poemarios... hasta este). 

   Vayamos a sus versos. Una vez que ha pasado página (el amante que fue ya no está en sus poemas), el poeta nos revela que en realidad él no quería nacer (o sea, que le han nacido sin permiso). A pesar de ello, ya que está en este mundo, no le queda otra que aspirar a la claridad. Y ahí comienza su defensa a capa y espada de la luz. Pero la luz se halla en ese horizonte que Kant nunca lograba alcanzar del todo. O en esa piedra que el Sísifo de Camus nunca lograba hacer suya. La búsqueda de la luz, de la felicidad en suma, se convierte para el poeta en su  más apacible condena. No tiene más remedio que caminar hacia hacia la llamarada, hacia todo lo que nos hace arder. Es más, el mismo poeta nos aporta las líneas maestras para escrudiñar una posible solución. Todo es hermoso -nos dice-basta con saberlo interpretarNo nos engañemos, la de Cebrián es una poética que, a pesar de su aparente cinismo, guarda muchos quilates de sabiduría, reflexión y experiencia de la vida. 

   Cosme de Médicis repetía a sus adeptos aquella máxima horaciana: el que decida ser feliz, pues que lo sea. Cebrián no se queda atrás y cierra el telón del poemario con un verdadero reto: Despierta, asume el riesgo de ser feliz, o al menos de intentarlo. No se hable más. 

   Y esto es lo que hay, amigos. En efecto, no se hable más. ¿Permanecerá callado nuestro Carlos Javier Cebrián? -No creo, no creo. ¿Qué sería Elche sin él?

viernes, 10 de enero de 2025

ORTODOXIA, G. K. Chesterton

 





   Chesterton es un escritor perspicaz, contracorriente en su época y en la actual, con afirmaciones provocadoras y sorprendentes que, al menos, te hacen pensar. Ocurrente y polemista hasta el fin, era -sin embargo- un hombre amable, muy amigo de los que no pensaban como él. 

   Como bien se sabe, comenzó siendo un agnóstico militante y terminó siendo un católico convencido, en un país de mayoría  anglicana. ¿Qué le llevó a este cambio radical? Sin duda, el caer en la cuenta de que el Catolicismo es el camino cierto para desarrollar la libertad y el pensamiento. Es una Fe que te hace pensar. Critica la irracionalidad de todas las corrientes intelectuales de su época, que -según su visión- han renunciado al pensamiento. De hecho, el capítulo más sustancioso de este libro se titula El suicidio del pensamientoMe parece a mí que esta es la idea central del libro y de todo el quehacer chestertiano (comenzando por el padre ocurrente y metódico padre Brown). 

 ¿Qué diremos de la forma? Su estilo es frondoso, su escritura surge a borbotones y su línea argumental es eminentemente paradójica. 

  Como es complicado resumir todo su pensamiento (no es un escritor muy metódico, y, personalmente, era tan buena persona como caótica), solo transcribo algunas de las citas que me han parecido más interesantes: 

  • Sin humildad es imposible disfrutar de nada, ni tan siquiera del orgullo. 
  • El hombre está hecho para dudar de sí mismo, pero no de la verdad. 
  • El mundo  está en guerra con la razón, y las murallas empiezan a tambalearse. 
  • El problema de nuestros sabios no es que no encuentran la respuesta, sino que ni siquiera ven el acertijo. 
  • El peligro radica en que la inteligencia humana es libre de destruirse a sí mima. Hay un pensamiento que impide el pensamiento. Y es el único que debería atajarse. 
  • En cuanto desparece la religión, desparece también la razón. 
  • El efecto de las principales corrientes modernas del pensamiento ha sido impedir el pensamiento. 
  • El pensamiento libre ha agotado su propia libertad. Está hastiado de su éxito. 
  • Ha llegado el momento de dejar de buscar tantas preguntas y de empezar a buscar respuestas. 
  • Desear la acción es desear la limitación (…), cuando escoge algo renuncia a todo lo demás. 
  • Se puede liberar a las cosas de  leyes ajenas, pero no de las de su propia naturaleza: si le quitas a un triángulo un lado, no le estas quitando algo al triángulo, sino que simplemente deja de ser triángulo. 
  • Y, como apunte final, la sorprendente comparación que hace entre Nietzsche, Tolstoi y Juana de Arco (sí, así como suena)

Todas las citas escogidas del capítulo El suicidio del pensamiento. Un gran libro, una gran autor para empezar el 2025: ¡feliz año!