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Nací en Palencia en 1960. Ejerzo la docencia en un Instituto de Elche como profesor de Historia del Arte e Historia Contemporánea. He escrito algunos libros y me gusta leer. Participo en diversas actividades literarias. No soy un crítico: lo que pongo aquí son algunas impresiones muy breves sobre lo que leo. No pretendo más. Gracias por visitarme.

lunes, 26 de diciembre de 2011

JESÚS DE NAZARET, Joseph Ratzinger

   Joseph Ratzinger nos presenta en este volumen una visión más profunda del Evangelio. Una afirmación que se repite en el libro suena: "este pasaje narra esto y lo otro, pero permite una lectura más profunda". Es una lectura de gran calado teológico que exige cierta formación en esa ciencia. 
   Te das cuenta de que el Evangelio no es más que la culminación de una gran proceso de revelación que comenzó con Abraham, y antes. La relación entre el Antiguo y Nuevo Testamento se hace más patente a los largo de las páginas del libro. Te das cuenta de la coherencia que tiene toda la revelación y dela belleza intrínseca de la Fe cristiana.
   Un libro lleno de creencia, pero también -o, quizá: por ello- de sabiduría.

domingo, 25 de diciembre de 2011

LOS BORBONES EN EL SIGLO XVIII, José Palomeros

   La España del siglo XVIII no aprece muy atrayente al público en general. La gente se interesa más por el imperio del XVI, o por la decadencia del XVII, donde se brilló en lo cultural. De ahí, el interés "pega un salto" a la aguda crisis del siglo XX, con sus ríos de tinta. Pero el siglo XVIII es un siglo, en realidad, poco conocido. Y es el siglo de una monarquía con ansias de reformas,   quizá de los mejores reyes que hemos tenido. 
 El siglo de la ilustración española, como nombres tan célebres como Ensenada, Campomanes, Aranda, Floridablanca, o el mismo Jovellanos. Muchos edificios emblemáticos de Madrid datan de aquella centuria, comenzando por el mismo Palacio Real o el Museo del Prado. Goya se formó como pintor en el XVIII. El gobierno y la estructura del Estado que hoy tenemos se delinearon en las cortes de Felipe V y de Carlos III. 
   Fue un siglo relativamente pacifista, donde España no luchó de lleno en grandes conflictos, a excepción de la guerra de sucesión (1700 - 1713). Sé que a los nacionalistas catalanes no les gusta el resultado de esta guerra, pero, si bien se estudia, la centralización repercutió en la mejora del comercio, también del comercio catalán. 
   El siglo XVIII tuvo sus contradicciones y sus sombras, pero su saldo es positivo. Y, sobre todo, mucho de lo que hoy disfrutamos, se lo debemos al empeño de aquellos reformadores.
   Al menos, esto es lo que se concluye de este serio estudio de José Palomeros. 

DIME QUIEN SOY, Julia Navarro

   Después de leer la última página, la ultima línea de esta larguísima y apasionante novela, te invade la melancolía. No es posible que Amelia Garayoa salga de mi vida como salió de la vida de Guillermo Albi. Te deja un poso de tristeza: has pasado tantas aventuras, tantas desgracias, tanta pasión junto a la protagonista, que cerrar el libro viene a ser algo así como una defunción: la pérdida de un ser querido.
   Madrid, 2006. Guillermo, un joven periodista con problemas de trabajo es requerido por su exigente tía para que investigue la vida de su bisabuela. Resulta que su bisabuela, poco después de tener su hijo Javier (el abuelo de Guillermo), se marchó de casa a lso 20 años, y nadie, al parecer, supo más de ella. Guillermo jamás pudo suponer la increíble vida de aquella mujer que le llevó en sus investigaciones a Francia, Buenos Aires, Londres, Moscú, Berlín, san Francisco, Roma o El Cairo, por decir sólo algunos de los lugares donde ocurre la apasionante acción, en tiempos de guerra de España, mundial y guerra fría. 
   Muy bien ambientada y correctamente escrita, y, sobre todo, muy bien construida, la novela funciona al máximo, aunque a veces te parezca un serial donde en cada capítulo puede ocurrir lo impredecible en el lugar menos insospechado. Ahí, en mi opinión, carga la mano, y puede llegar a cansar a los más impacientes.
   Pero el conjunto es un gran relato, uno de los grandes acontecimientos literarios del año

MIDNIGHT IN PARIS, Woody Allen

 
 La última película de Woody Allen es una auténtica delicia. El Cine de Allen ha llegado a cansar un poco incluso a sus partidarios, entre los que me encuentro. Este autor hace propuestas interesantes y plantea cuestiones de fondo interesantes, aunque luego no sepa muy bien qué respuestas dar.
   Este film es un homenaje al París que todos alguna vez hemos soñado. ¿Quién no ha soñado ir por la calle y encontrarse, por ejemplo, con Hemingway o Picasso, con Marc Twain o Touluse Lautrec. Es una película muy Allen, pero a la vez muy original y de una sencilla frescura.
   Las imágenes que nos ofrece de ese París soñado. Los actores trabajan a un gran nivel. Como guinda, Carla Bruni demuestra que no sólo es el florero del presidente. 
   Poesía, melancolía, amor, y tiempo: ¿es verdad que siempre nos parece cualquier tiempo pasado fue mejor?, que cualquier tiempo pasado fue mejor, Posiblemente, si mi pasiano Jorge Manrique viera esta película, saldría encantado.
   ... O no. 

martes, 6 de diciembre de 2011

ACCIDENTAL TERNURA, Julián Montesinos



   Ante todo, quisiera comenzar disculpándome. Este poemario me fue dedicado por su autor hace casi un año, cuando lo presentó en la tertulia de los jueves de La Tartana. Por fin ha llegado su lectura tranquila y su comentario en este blog. Más vale tarde que nunca, querido Julián.
  El autor, profesor de literatura del IES Misteri d’Elx (Elche, Alicante), y ampliamente probado en lides literarias y educativas nos ofrece un testimonio lírico de gran altura. En sus versos heptasílabos y endecasílabos hay algo clásico y a la vez moderno. Clásico por su tono sentencioso, de aire machadiano, de pensamiento erguido que irrumpe y deja poso en la conciencia. Moderno, porque sigue una lineal experiencial, antirretórica, trabada en el detalle y en la anécdota. Poemas con la cabeza en el cielo y los pies en la tierra, si he de de citar aquí a un santo de mi devoción.
   Se ve a la legua que Julián es un poeta lector. A lo largo de sus versos se traslucen otras voces ancestrales de las que se inspira. Conecta de forma natural con tradiciones literarias. Me gusta la “táctica” que tiene de encabalgar (¿se dice así?) o adelantar los adjetivos al sustantivo. Otorga al verso un algo gongorino que lo solemniza sin perder su cercanía.
   No pienso “soplar” a nadie las confidencias que he tenido conmigo mismo a lo largo de la lectura de este poemario. Cada caminante siga su camino (otra vez mi santo: ¿o fue Machado?). Pero sí que me han gustado especialmente: “Regreso”, “Fantasía de abrazos” (que constitye un pequeño tratado sobre la conciencia), “Tristeza” (donde creo vislumbrar las trazas de Vallejo), “Claroscuro”, y “Mordedura” (tan tremendo que llega a dolerte).
   Gracias por este poemario, Julián. Espero leerte más en próximas entregas.Te prometo que tardaré mucho menos en leerlo. Y perdón por la intromisión: yo no soy un experto ni un filólogo. Funciono por intuición. Me gusta leer lo bueno. Y lo tuyo… me ha gustado mucho.

jueves, 1 de diciembre de 2011

LOS DIARIOS ROBADOS, Alcalá Zamora


 Acaba de producirse un acontecimiento editorial sin igual. La publicación de los diarios del que fuera presidente de la Segunda República española: don Niceto Alcalá Zamora.
  Don Niceto marchó de España a un viaje de placer a tierras árticas pocos días antes del comienzo de la guerra civil. Antes, guardó sus diarios en un banco. Don Niceto no volvió a España.
 Durante la guerra, por orden gubernamental, arramplaron con todos sus bienes e intervinieron el Banco, llevando los consabidos diarios, de los que nunca más se supo. Pero en 2008 un señor afirmó tenerlos y así era (sería largo de contar). Por fin, acabaron en las manos de la Guardia Civil, pero el Ministerio de Cultura, en vez de entrgárselos a sus nietos, se los quedó, con gran enfado de la familia. Al final, el juez ha dictaminado que son de la familia, como el finado ya había manifestado en su testamento. La familia los ha donado al Archivo Nacional.
   En ellos, el bueno de Don Niceto, con su estilo algo barroco pero que tiene la vibración de lo inmediato, critica amargamente la deriva radical de la República.
   En fin, unos diarios que por fin ven la luz, y que pueden levantar ampollas. Con todo, es una fuente de primera mano para seguir profundizando en esos convulsos años.