El siglo XIX constituye la edad de oro de la literatura rusa. El autor de este breve ensayo, con estilo claro, inteligible y divulgativo, nos aporta algunas claves para entender a los mejores autores que componen esa edad de oro. A saber: Pushkin, Gogol, Tugenev, Dostoievsky, Tolstoi y Chejov.
Y lo hace resumiendo la vida y los méritos de cada uno, y abordando con profundidad sus temas preferidos. Además, comenta algunos párrafos de sus novelas que nos ayudan a entender el fondo de su mensaje.
Una de las grandes cuestiones que subyace en sus páginas es la pregunta sobre el "alma rusa". ¿Una Rusia europea, occidentalista y abierta a la modernidad, o una Rusia eslava, señora de sus raíces y sus destinos, esteparia y campesina, ortodoxa, oriental? Casi todos coinciden en su apoyo a la modernización de Rusia pero sin que ello haga perder las señas que la definen como sociedad y las raíces de donde proviene.
El otro gran tema es el universal: el hombre, su condición, el mal y el bien, el arrepentimiento y el perdón, el amor a los demás, la pasión, la muerte, Dios... Es decir, las grandes cuestiones de todos los tiempos. La manera de tratar estas cuestiones hace que los rusos sean por derecho propio autores clásicos. Se comprende así por qué se les tiene por tan grandes maestros, y la influencia extraordinaria que ejercieron en la posteridad, no sólo en la literatura, sino en la filosofía, la política y los grandes movimientos del siglo XX (el pacifismo, por ejemplo, debe mucho a Tolstoi).
Son autores de alguna de las grandes obras literarias de la historia (Crimen y castigo, Guerra y paz, Almas muertas, Padres e hijos...), cuya lectura se hace imprescindible para aquel que quiera gustar de la gran literatura.
Lo único que hace este breve ensayo es iluminarte de tal manera que saques mucho más fruto si te aventuras a adentrarte en sus obras. Yo creo sinceramente que Mariano Fazio lo consigue.
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