¡Qué bien escribe Kamen! Es, a la vez, riguroso y ameno. Su estilo facilita la empatía con este rey, que -a pesar de su largo y fructífero reinado (46 años)-, no acaba de calar como rey importante. Y vaya si lo fue: de hecho, sentó las bases de la España moderna.
Felipe V es muy mal visto por la historiografía periférica y, en general, por toda la corriente nacionalista del Este de España. Quizá tengan razón, ya que constituyó un error abolir los fueros de una manera tan radical. Sobre todo, por que ha quedado en el imaginario popular que la guerra de Secesión fue una lucha de los catalanes contra los castellanos por defender sus fueros. Y no fue exactamente así. Más bien, fue una lucha internacional por el trono de España (y las riquezas de América) en el solar peninsular. Sólo un dato: en la batalla de Almansa (1707), no hubo un solo soldado peninsular luchando a las órdenes del archiduque Carlos.
En otro orden de cosas, su vida personal no carece de interés. Retrata muy bien a sus dos esposas (Isabel de Farnesio fue mucho más que una reina ambiciosa), y cuenta con detalle los continuos ataques depresivos de los cuales era víctima y que le postraban en cama durante semanas.
En fin, una biografía de este gran hispanista que no desmerece a la otra que escribió sobre Felipe II.
Y... ¡viva la Historia!
Felipe V es muy mal visto por la historiografía periférica y, en general, por toda la corriente nacionalista del Este de España. Quizá tengan razón, ya que constituyó un error abolir los fueros de una manera tan radical. Sobre todo, por que ha quedado en el imaginario popular que la guerra de Secesión fue una lucha de los catalanes contra los castellanos por defender sus fueros. Y no fue exactamente así. Más bien, fue una lucha internacional por el trono de España (y las riquezas de América) en el solar peninsular. Sólo un dato: en la batalla de Almansa (1707), no hubo un solo soldado peninsular luchando a las órdenes del archiduque Carlos.
En otro orden de cosas, su vida personal no carece de interés. Retrata muy bien a sus dos esposas (Isabel de Farnesio fue mucho más que una reina ambiciosa), y cuenta con detalle los continuos ataques depresivos de los cuales era víctima y que le postraban en cama durante semanas.
En fin, una biografía de este gran hispanista que no desmerece a la otra que escribió sobre Felipe II.
Y... ¡viva la Historia!
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