En mi opinión "Vida de poeta" constituye una aguda reflexión sobre la condición de poeta, muy mal comprendida en general. Para Cebrián "la poesía -el arte- consiste en explicar, en contar, la dificultad de la vida". Nos dice además que la poesía es su confesionario, y se desnuda (esta vez solo sobre el papel) con afirmaciones como "mi vida, tal como la he vivido, es un imposible".
El poema "fracaso de la luz" es de los que más me han gustado, y revela cómo el poeta se encuentra en una continua búsqueda de algo que no llega a alcanzar. No quiero estropear el poema comentándolo. Dejo que el lector descubra su propio itinerario en estos versos.
Después, hay una serie de reflexiones sobre un tema clásico y, para mí, verdaderamente, crucial: el arte como creador (o no) de belleza. No aspira el poeta a alcanzar la belleza si esta es sinónimo de catarsis o excelencia. Por el contrario, nos dice, "solo aspiro a esta nimia ambición de vivir una vida sencilla, de gozar del amor sosegado y verdadero, por fin; y a que nunca ya nada me lleve hasta la sangre derramada del poema".
Se autorretrata Carlos Javier como un hombre cuya condición es "llegar tarde a casi todo". Pero en estas sucintas páginas nos aporta una puntual y profunda reflexión sobre lo que es y o que aspira la vida de un poeta.
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