La pelota, en efecto, queda en tu tejado y tienes que decidir qué hacer con ella. Bota y rebota en tu interior: el poema ya es problema tuyo. Te obliga a buscar, a tejer nuevos caminos. Es decir, son poemas abiertos donde lo importante es lo que no dice. En mi opinión, esta es la virtud más certera de Pedro, virtud que, por cierto, es de algún esencial al poeta que quiera emocionar, interpelar o simplemente transmitir.
Otra de las ideas con las que me he quedado es que la vida consiste, lisa y llanamente, en perder el tiempo. Aquellos que llenan su vida de gestiones útiles, acumulan vacíos.
Los poemas que más me han gustado son: Anclaje terrestre; WI-FI; Por respeto (¡cuánto se puede decir en cuatro líneas!); Ajuste horario; Arte de la demora; y, por supuesto, Falta de perspectiva, en donde yo creo que el autor condensa toda su filosofía, si se me permite denominarla así.
Pedro, te seguiremos leyendo. Me debes un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario