La belleza puede consistir en abrir y cerrar pausadamente una puerta, con conciencia de que lo hacemos, con cuidado, poniendo todo el corazón en esas pequeñas cosas que hacemos casi sin pensar.
Esta frase no es literal del libro, pero puede ser un buen resumen de este pequeño tratado de metafísica del amor. Si no encontramos amor en las pequeñas cosas que nos suceden cada día, nuestra búsqueda de la plenitud se convertirá en ansia. Y el ansia es lo que te aleja de la verdadera felicidad.
Por eso, un grupo de personas forman una comunidad, San Ireneo de Arnois, alejada del mundo moderno, que parece estar condenado a la perenne y precipitada búsqueda de algo que no sabe lo que es, algo que llaman felicidad, estado de plenitud que se encuentra en desiertos muy lejanos de los caminos que transita la inmensa mayoría de los hombres.
De eso trata, y de mucho más trata “El despertar de la señorita Prim”, libro que es una joya, y que hay que leer pausadamente, sin prisa, saboreando cada página y cada frase, ya que, sino, no entenderemos nada.
Un libro original verdaderamente. No hay otro como él. Y que te hace pensar. O incluso meditar…
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