Es uno de los escritos más nobles de la antigüedad. El otro día, oí hablar de él en una conferencia, y lo he sacado del polvo, ya que sólo me acordaba vagamente. Lo he leído tranquilamente (es muy breve, en una hora lo ventilas), y te quedas con una sensación de que ahí está la verdad y la bondad. De que ese camino que señala Sócrates antes de morir es el que hay que seguir en la vida.
Una buena vida es una vida buena, virtuosa, por la que merece cien veces dar la vida. Si uno no vive en la virtud, no merece la pena vivir. El mal hace daño sobre todo al que lo comete, no tanto al que lo sufre. Hay que ocuparse del alma, y no del cuerpo y las riquezas. Así de claro lo expone Sócrates con una sencillez y una coherencia que desarman.
Leí el texto dos veces, y luego lo completé con el delicioso dialogo "Critón", que comienza con Sócrates durmiendo plácidamente en prisión un día antes de probar a cicuta. Los razonamientos y la serenidad de Sócrates ante su final serán un ejemplo para todas las generaciones.
Ya te digo, una hora: un tesoro impreso en un papel al alcance de cualquier fortuna.
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